Ni estudian, ni trabajan, así son los ninis, un grupo de jóvenes que con el paso del tiempo se están posicionando dentro de la clase no laboral colombiana y que ya se convirtieron en un problema. Provienen de hogares vulnerables, viven con sus padres o ya tienen hijos y no les interesa buscar trabajo.
Un estudio realizado por el Banco Mundial titulado Ninis en América Latina, 20 millones de jóvenes en busca de oportunidades revela que en América Latina hay 18 millones de ninis, de los cuales el 66% (12 millones) son mujeres. Ellas y ellos provienen, en su gran mayoría, de hogares pobres o vulnerables.
El estudio los clasifica por género, país y nivel de educación. Por género, de los doce millones de mujeres, ocho siguen viviendo con sus padres y no están buscando trabajo. El resto, han formado un nuevo hogar y ya tienen hijos, y en la mayoría de los casos no están buscando empleo. Los hombres, por su parte, constituyen solo una tercera parte del segmento de población nini, casi todos ellos siguen viviendo con sus padres y cerca de la mitad está buscando trabajo activamente.
Las cifras absolutas más altas de ninis se encuentran en Brasil, Colombia y México, principalmente porque estos países tienen las poblaciones más grandes de la región. En nuestro país, el 21,2% de jóvenes entre los 15 y 24 años de edad pertenecen al grupo de los que ni estudian, ni trabajan, llamado ninis, frente a una tasa de 21,3% de 2015, según estadísticas del DANE.
Al clasificarlos por nivel de educación, el estudio confirma que el nivel es bastante bajo. En 2010, más del 25% no había terminado la primaria, mientras que otro 4% había terminado la primaria, pero no la secundaria.
“Los factores que inciden en la condición nini’ en las mujeres son el matrimonio precoz y el embarazo adolescente, mientras que en el caso de los hombres nini, la situación se agrava en un contexto colombiano con presencia de delincuencia y crimen organizado”, explica en El Colombiano, Carmen Tangarife, investigadora de la Escuela Sindical en Medellín –ENS–.
La realidad de los ninis se suscribe en mayor medida a la situación de los hogares de bajos ingresos, por tanto, se puede traducir en el incremento a largo plazo de las tasas de pobreza y desigualdad por ingresos.
Estrategias para enfrentar los ninis
Para hacerle frente a los ninis, desde el Banco Mundial se plantea mejorar aspectos como el mantenimiento y reinserción de los jóvenes en las escuelas y universidades, y la generación de empleo. Sobre la parte educativa, se debe trabajar en la oferta y demanda educativa. Por un lado, es necesario mejorar la calidad de la educación para que crezca el interés de los estudiantes en los contenidos ofrecidos. De igual forma, los programas de becas deben incrementarse para darle facilidades a este grupo social.
Frente a la generación de empleo, se maneja la hipótesis que los empleadores estarían dispuestos a contratar ninis, siempre y cuando adquieran habilidades que maximicen sus niveles de productividad. Lo anterior, desde el punto de vista del análisis del Banco Mundial, se puede lograr por medio de programas de capacitación para mejorar sus “habilidades académicas generales, habilidades técnicas específicas o aptitudes socioemocionales”.
De igual manera, con los servicios públicos de empleo se pueden identificar las necesidades particulares de los jóvenes y dirigirlos hacia la formación, el aprendizaje práctico y el trabajo dentro del mercado.
“En el marco del empleo, los gobiernos pueden dar a los jóvenes un impulso para su inserción en el mercado de trabajo formal mediante subsidios salariales o ayudarles a trabajar por su cuenta a través de programas de apoyo al emprendimiento”.
El rector de la Universidad de la Sabana, Obdulio Velásquez, dice en Portafolio que este es un problema global y las brechas de desempleo juvenil se rompen con educación, porque a mayor educación, mayores oportunidades de empleo. “El problema para muchos jóvenes es que además de que no tienen experiencia, no tienen educación”, dice.
Tomado de actualicese.com